viernes, 25 de julio de 2014

ENRIQUE MOLINA. SE VA SIEMPRE MUY LEJOS


SE VA SIEMPRE MUY LEJOS

El ómnibus se escurre y el clima de la ruta
cambia el sol y la luna por mi sangre y mi aliento,
entrega sus lugares fanáticos,
entre montañas, entre bananeros
sólo un momento para devorar un sandwich–
viajamos juntos hacia el mar:
ya todo está listo para el funeral del recuerdo.

Hay una casa magra, con ardientes mosquitos,
bendita por las bodas del deseo y la lluvia.
Entre los vivos y los muertos
por la ventana se ve el pequeño muelle,
mujeres con canastos de corvinas,
a la siesta a ella le gusta dormir en el suelo, sobre una estera:
ya todo está listo para el funeral del recuerdo.

Hay un campo que brilla
y el niño que yo fui con el pasto y la tierra
vuela con lentos círculos en el cuarto de planchar
donde indolentemente la joven mestiza entreabre su bata
y el sudoroso resplandor de su carne
se alzó hasta mi alma como un pájaro húmedo.
No niegues ahora una plegaria a esa sierva lasciva
que hizo de ti una criatura deforme con una llama en la boca:
ya todo está listo para el funeral del recuerdo.

Y ahora, amor mío,
a ciegas por el largo camino de tu cuerpo,
tanta vida desdobla sus vertientes ambiguas,
quizás ternura, quizás terror:
ya todo está listo para el funeral del recuerdo.


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